¡Buenos Días!,
Hoy, os traemos una entrada para trabajar con los niños y niñas la emoción de la rabia, ira o enfado. Como sabemos esta emoción se manifiesta en los pequeños/as a menudo sobre todo cuando empiezan la época de las rabietas, y en pocas ocasiones los adultos sabemos como gestionar esa situación de forma adecuada.
En primer lugar es necesario tener una definición clara de la emoción.
¿QUÉ ES?
Es una emoción que muestra disgusto y una mala disposición hacia una persona o cosa, generalmente a causa de algo que perjudica.
El enfado es una emoción básica que sentimos todos. Sin embargo, cuando se pierde el control el enfado se vuelve destructivo. Esta emoción puede suponer para los/las niños/as problemas con la familia y compañeros/as, además de repercutir en su rendimiento escolar.
Al igual que otras emociones, el enfado va acompañado de cambios fisiológicos. Tanto la frecuencia cardiaca como la presión arterial pueden aumentar. El enfado se manifiesta habitualmente respondiendo de manera agresiva, y es la respuesta intuitiva ante la percepción y amenazas físicas y verbales.
Responder agresivamente a cada situación de amenaza no es sano ni seguro, por esto es imprescindible enseñar a los niños y niñas desde pequeños/as formas saludables de controlar esta emoción.
En segundo lugar, ¿CÓMO SE MANIFIESTA?
En la primera infancia, los/las menores comienzan a adquirir la capacidad de reprimir los impulsos de agresión física (empujar, golpear, morder) cuando están enfadados/as.
En edad prescolar los niños aprenden a identificar los estados emocionales básicos en ellos mismos y en los demás mediante el uso de la palabra. No obstante, es frecuente que muchos niños/as recurran a conductas de violencia física (empujan, arrojan juguetes, etc.) en parte porque aún se están acostumbrados al uso de la palabra para expresar sus sentimientos.
A medida que crecen, los niños y las niñas ya saben expresar el enfado con palabras y no físicamente.
Y finalmente, ¿QUÉ PODEMOS HACER ANTE UN SITUACIÓN DE RABIA/ENFADO?
La manera en la que respondemos a los enfados de los niños y niñas, influye de manera muy significativa en el aprendizaje de estos/as de saber manejar y controlar sus emociones.
Para ayudar a los menores a desarrollar habilidades sanas en lo referente a la emoción del enfado podríamos empezar por una serie de aprendizajes:
- Ayudarlos a desarrollar la empatía
- Enseñarles que pueden admitirse cualquier sentimiento, pero no cualquier comportamiento o respuesta a esa emoción
- No responderle nunca de la misma forma que el lo esta haciendo, para ello podríamos hacerlos reflexionar con preguntas como: ¿Qué podría hacer la próxima vez que le suceda?, ¿Cómo te sentirías si....?
- Ayudándoles a desarrollar hábitos de control efectivos del estrés
- Proponiéndoles ejercicios de relajación que le capten atención e interés
Para terminar, como siempre, os dejamos un recurso para trabajar esta emoción con los pequeños/as, el cual lo podréis visualizar en el enlace de abajo.
👉 https://www.youtube.com/watch?v=ztZ6gbFnqac&feature=emb_imp_woyt
Realizado por Manuela Rodríguez Hernández.
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